Un informe de la Confederación Nacional de Agricultores (Coldiretti), divulgado en el sitio digital de la agencia AdnKronos, señala que el panorama es crítico debido a la baja humedad del suelo, una situación que prevalece en muchas zonas del sur del continente europeo, la cual provoca graves daños al medio ambiente y la economía.
El experto Valentin Aich, de la filial italiana de la Asociación Mundial para el Agua (GWP), se refirió a las condiciones negativas en tal sentido durante este invierno, y precisó que “la capa de nieve actual es la más baja de los últimos seiscientos años, mientras que en los últimos veinte años disminuyó en un 36,0 por ciento”.
“Sin un aumento en los niveles de precipitación, es probable que veamos un verano similar al de 2022, el más cálido registrado en Europa”, señaló el experto, y agregó que “el área mediterránea es un punto caliente del cambio climático”.
La situación más dramática se registra en la cuenca del valle del Po, que concentra un tercio de la producción agrícola exportable y la mitad de la ganadería italiana, alerta la fuente.
“El río Po está seco y en el Ponte della Becca (Pavia) está a 3,2 metros por debajo del cero hidrométrico, con las orillas reducidas a playas de arena como en verano”, agrega el análisis de Coldiretti.
jf/ort