Según un escueto comunicado de las fuerzas armadas, los extremistas islámicos fueron neutralizados y “pulverizados” junto a sus líderes, con respaldo de la aviación de guerra, en la provincia de Tapoa (este), y un enclave ubicado en el centro-norte.
El avance también fue posible gracias a la colaboración del grupo cívico Voluntarios para la Defensa de la Patria, los cuales de conjunto con las tropas gubernamentales, prosiguen con sus misiones de seguridad y recuperación de la integridad nacional, apuntó el documento.
La población de Burkina Faso, donde gobierna una junta militar, sufre condiciones de inseguridad luego de la proliferación desde 2015 de grupos extremistas armados, incluidos el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, afiliados a la red Al-Qaeda.
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