Centros como Collège Roger Anglade, Sainte Rose de Lima, la escuela de las Hermanas del Sagrado Corazón, la institución de St Jean l’Evangéliste, el Collège Canado Haïtien, la Ecole Le Normalien, y el Collège Immaculée de Marie, anunciaron la suspensión de las clases presenciales.
Algunas de estas pasarán al formato en línea y la administración entregará los libros a quienes lo precisen.
Los directores adoptaron la decisión tras los secuestros ocurridos el jueves y viernes últimos muy cerca de los colegios de las Hermanas del Sagrado Corazón y San Juan Evangelista, respectivamente.
A propósito de los hechos, el Ministerio de Educación denunció las agresiones contra padres, docentes y estudiantes y deploró el impacto de los secuestros y asesinatos en las familias y el buen funcionamiento escolar.
Los ataques a la comunidad educativa ocurren en un contexto de auge de la violencia por parte de las bandas armadas, que operan en la capital y otros departamentos como Artibonite y que en lo que va de año ya dejaron cientos de muertes y raptos.
Además, tienen lugar solo dos meses después de la reanudación de las clases en el país tras la agudización de la crisis política, económica y desabastecimiento de combustibles que limitaron la enseñanza a unos cuatro millones de estudiantes.
De hecho, no todas las escuelas retomaron su funcionamiento habitual, y algunas de estas mantienen sus clases en línea, mientras otras cerraron definitivamente.
El fin de semana, en la clausura de un taller de comunicación para la educación, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Bruno Maes, pidió solidaridad con los jóvenes de la capital “que sufren una violencia sin nombre”.
En el encuentro, organizado por el Ministerio de Educación con los auspicios de la Unicef, el profesor Sylvain Jean Désir deploró que en el último lustro el sector es víctima de los acontecimientos que afectan a la sociedad y abogó por un diálogo con todos los actores a fin de identificar respuestas alternativas para que la escuela deje de ser rehén.
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