Abubakar, candidato del Partido Popular Democrático (PDP), segundo en la votación con más de seis millones de boletas, encabezó la víspera una manifestación ante la sede de la INEC, que declaró vencedor a Bola Tinubu, del Congreso de Todos los Progresistas (APC, en el gobierno).
La manifestación entregó en la INEC una petición en la cual argumentan que hubo fraude electoral.
Aunque marcados por una gran abstención y dificultades en la transmisión de los datos a través de la Internet y, según opositores, por la desaparición de urnas en centros de votación, los comicios generales nigerianos transcurrieron en relativa calma.
Las acusaciones de Abubakar fueron compartidas por Peter Obi, del Partido Laborista (LP) tercero en la votación, quien anunció que presentará en los tribunales pruebas de las violaciones de la ley por el organismo electoral y aseguró que ganó la liza.
El presidente de la INEC, Mahmood Yakubu, desestimó las alegaciones del PDP y del LP y aseguró que los comicios fueron limpios a pesar de algunos incidentes aislados, entre ellos riñas entre en parciales de los candidatos.
Con un padrón electoral superior a los 93 millones de inscritos a estos comicios apenas concurrieron el 27 por ciento, la participación más baja de la historia en Nigeria.
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