Los empleados de la salud son víctimas recurrentes de las pandillas que aumentaron sus acciones criminales desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en junio de 2021 y en el último año ampliaron sus zonas de influencia.
La Asociación criticó que el Gobierno no asume su responsabilidad con la seguridad del gremio y de la población en general, que no pueden realizar sus actividades cotidianas ni vivir en paz.
También exigió la liberación incondicional de la doctora Geneviève Arty, secuestrada desde hace más de 30 días.
En lo que va de año, al menos 10 galenos fueron raptados en Haití, la mayoría en la capital, lo cual provocó el cierre de varias instituciones de salud, entre ellas el hospital Albert Schweitzer en el departamento Artibonite y los Centros del Grupo de Estudio Haitiano sobre Sarcoma de Kaposi e Infecciones Oportunistas (Gheskio).
El director de los centros Gheskio, quien también forma parte del comité científico de la Organización Mundial de la Salud, William Pape, alertó la posibilidad de una “masacre de Ruanda” en Haití ante el poderío de las pandillas.
“Ya es hora de que reaccionemos, porque estos crímenes se multiplicarán y todos seremos víctimas. Ya es hora de detener este descenso a los infiernos, debe quedar claro”, escribió Pape en un mensaje.
También recordó la responsabilidad de la comunidad internacional en la situación de la nación caribeña, y señaló que no pueden seguir «jugando la carta de Poncio Pilato» mientras el país se hunde.
Organizaciones de derechos humanos reportaron más de un centenar de secuestros desde inicios de año, en un contexto caracterizado por una creciente violencia.
De igual manera, la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos denunció que, del 28 de febrero al 4 de marzo, al menos 60 personas murieron y cientos resultaron heridas durante los enfrentamientos en zonas del centro de Puerto Príncipe.
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