Según la policía, algunos participantes en las demostraciones lanzaron bombas incendiarias contra las fuerzas antidisturbios, ya que las protestas se agudizaron por la falta de respuestas gubernamentales ante los reclamos de la población.
Los manifestantes culpan a las administraciones de no escuchar las reiteradas advertencias por la falta de seguridad en las vías.
Fuentes oficiales aseguran que en Atenas tuvo lugar la mayor demostración con cerca de 40 mil participantes.
Testigos presenciales dijeron que muchas personas enarbolaban pancartas cuyo texto denunciaba que el desastre no fue un accidente, sino un crimen, mientras, otras pedían la dimisión del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
El jefe del gobierno fue criticado por asegurar horas después de la catástrofe, que se trató solo de un error humano.
En este sentido, los sindicatos ferroviarios recordaron las continuas advertencias sobre los graves problemas técnicos en las líneas férreas del país, reclamo reiterado que no fue escuchado por la patronal, la sociedad ferroviaria Hellenic Train.
Esta capital amaneció hoy sin servicio de transporte público mientras del puerto no zarpan barcos ni ferris, ya que a la huelga de los trenes se han sumado los sindicatos de marineros.
Por otra parte, decenas de universidades fueron ocupadas durante la jornada por estudiantes que demandan justicia ante la tragedia que costó la vida a muchos de sus compañeros de aulas.
jcm/fvt