El teniente coronel Alexander Pereda, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGB) en esta zona, dijo que el siniestro abarca ya 230 hectáreas de bosques y su control lo dificulta la tipografía del terreno con predominio de elevados mogotes.
Un avión de observación sobrevoló el área y confirmó el lento movimiento de las llamas aunque se inclinan hacia el poblado de San Diego de los Baños (distante a más de 132 kilómetros de La Habana), donde residen seis mil 136 personas, precisó.
Nuestro propósito es impedir que el fuego, muy distante hoy de esa comunidad, sea una amenaza para la población, pero su combate es difícil a pesar de todas las estrategias adoptadas, agregó Pereda.
Un elemento esperanzador es la lluvia anunciada con motivo de la llegada de un débil frente frío a la región occidental de Cuba.
Podría enfriar el mogote y atenuar la intensidad del incendio que es de grandes proporciones, apuntó.
Desde enero y hasta la fecha, Pinar del Río, considerada la segunda provincia más reforestada del país, ha registrado más de 70 incendios forestales con la pérdida de un significativo número de hectáreas.
La sequía, elemento clave en el período seco que se extiende hasta mayo, ha sido factor determinante toda vez que especialistas en Meteorología aseguran que los registros actuales solo son comparables con los meses de enero y febrero de 1961.
De ahí la importancia de ser rigurosos en el cumplimiento de las medidas de protección cuando se está en un bosque o próximo a él, recuerda el jefe del CGB en Pinar del Río.
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