Los ministros de Petróleo y Minerales, Saeed Al-Shamassi, y de Asuntos Legales y Derechos Humanos, Ahmed Arman, debatieron el tema con el representante de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios en Yemen, David Gressly, precisó la agencia oficial de noticias SABA.
Al-Shamassi destacó la necesidad de que el proceso se realice de manera segura y abarque todos los aspectos.
Mientras, Arman abogó por incrementar la cooperación en este y otros temas con la ONU.
El jefe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner, anunció el jueves que la institución adquirió un carguero de gran tamaño para retirar el crudo del Safer, y evitar así una catástrofe medioambiental.
Según diversas fuentes, este último podría verter cuatro veces la cantidad de crudo expulsada en 1989 por el navío Exxon Valdez, frente a las costas de Alaska.
Ello sería fatal para las comunidades pesqueras de la zona y provocaría el cierre de los puertos de Hodeidah y Saleef, esenciales para importar productos vitales al país, donde al menos 17 millones de personas necesitan asistencia humanitaria de la ONU y de diversas ONG.
Se calcula que el costo del derrame superaría los 20 mil millones de dólares, sin incluir las pérdidas globales por las interrupciones en el transporte marítimo a través del estrecho de Bab al-Mandab hacia el Canal del Suez.
El buque comprado es sometido en la actualidad a varias modificaciones y mantenimiento para iniciar la operación en mayo venidero.
El organismo internacional se vio obligado a adquirir un barco porque nadie se ofreció a donar un petrolero y ninguna empresa estaba dispuesta a arrendar uno por temor a perderlo debido al conflicto en Yemen, reveló recientemente Gressly.
Construido en 1976 y utilizado durante años como almacén de combustible, el Safer está anclado frente a las costas de Yemen desde 1988, pero las labores de descarga y mantenimiento fueron interrumpidas en 2015 después por el inicio de la guerra en este país y ahora se encuentra muy deteriorado.
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