El proyecto se enviará a la Secretaría de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, cuyo órgano de evaluación decidirá su aprobación o no en la reunión de 2024, precisó un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La propuesta abarca las técnicas tradicionales utilizadas hasta la actualidad para fabricar distintas variantes de la popular bebida alcohólica (sake, shochu, awamori, entre otras) desarrolladas por el “toji” (maestro cervecero) y los “kurabito” (obreros) basándose en sus conocimientos y de acuerdo con las condiciones climáticas de diferentes regiones niponas.
Estos métodos se basan desde hace siglos en la mezcla de arroz con agua pura y bacterias koji. Su protección y promoción deviene una de las principales encomiendas de la Federación Japonesa de Asociaciones de Fabricantes de Sake.
De aprobarse la solicitud, el país asiático sumaría otra de sus apreciadas tradiciones culturales a las 22 que ya figuran en la lista representativa de patrimonios inmateriales de la Unesco.
La última incorporación de este tipo ocurrió el pasado año, referente al conjunto de danzas folclóricas rituales denominadas “Furyu-odori”.
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