El informe, publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), refiere además que el incremento mensual fue del 0,2 por ciento, y el ascenso interanual fue menor al estimado preliminar de los especialistas, que apuntaba a 9,2 puntos porcentuales.
Esa desaceleración de la inflación se debe principalmente, a una baja en terminos anuales de los precios de los bienes energéticos regulados y de la energía libre, de 4,4 y 8,5 puntos, respectivamente, aunque el porcentaje de precios de alimentos elaborados se incrementó de 14,9 a 15,5,y el de esos productos sin procesar del 8,0 al 8,7 por ciento.
Por otra parte, los precios de los servicios recreativos, culturales y de cuidado personal subieron del 5,5 al 6,1 por ciento y el de los Servicios relacionados con el transporte tuvo un ascenso desde los 5,9 a los 6,4 puntos porcentuales, precisa el parte.
Entre otros datos, el estudio señala que la inflación adquirida para 2023 es igual a un 5,4 por ciento para el índice general y en un porcentaje de 3,7 para el componente subyacente, mientras que el índice de precios de consumo armonizado (IAPC) tuvo aumentos respectivos mensuales y anuales de 0,1 y de 9,8 puntos.
Los especialistas del Istat concluyen, sobre la base de esas cifras, que en febrero de este año se consolidó la fase de rápida desaceleración de la inflación, hasta un 9,1 por ciento, y que esa caída fue resultado de menores tensiones en los precios de los bienes energéticos.
Sin embargo, los expertos alertan que continúan las presiones al alza de los precios en el sector de los alimentos elaborados y sin elaborar, así como del tabaco y los servicios, entre otros rubros.
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