En un comunicado, Syriza expresó que los agentes lanzaron un ataque innecesario sin ser provocados contra manifestantes pacíficos para disolver la protesta y denunció que el gobierno del primer ministro Kyriakos Mitsotakis se está derrumbando, lo que lo convierte en un peligro para los ciudadanos.
Una multitud calculada en cerca de 40 mil personas está de nuevo en las calles mientras el país vive una huelga general contra el Gobierno, al que acusa de ser el responsable de la tragedia ferroviaria del pasado día 28 de febrero, que dejó 57 muertos y decenas de heridos.
Las demostraciones expresan su descontento también ante la sede de la compañía Hellenic Train, que opera los ferrocarriles en el país.
Asimismo, cerca de ocho mil personas se manifestaron en Salónica, la gran ciudad universitaria del norte, de la que procedían muchas de las víctimas, en respuesta al llamamiento de las organizaciones sindicales del sector público y también privado.
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