Braverman fue recibida por la secretaria permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Clementine Mukeka, y el alto comisionado para Reino Unido, Omar Daair, según informa el diario ruandés ‘The New Times’.
Sin embargo, según fuentes de prensa en esta capital, del viaje quedaron excluidos los principales medios del Reino Unido como la cadena BBC o el diario The Guardian, lo que provocó la protesta de sus directivos.
El polémico plan para del gobierno británico, que fue detenido el pasado año por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, considera que hasta su expulsión los migrantes puedan permanecer detenidos 28 días sin necesidad de comparecer ante un juez.
También señala la propuesta de ley que establecerá una cuota anual –aún por determinar– para limitar la acogida de refugiados en Reino Unido.
Para intentar compensar tales acciones, calificadas como violaciones a los derechos humanos, el Gobierno británico propone que las expulsiones a Ruanda estén acompañadas de programas de reinserción para los migrantes, con un plan de ayuda financiera a ese país por unos 135 millones de euros.
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