El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, condujo la ceremonia en la cual se presentó un acto cultural con la participación de grupos folclóricos de Guelatao y de un niño que declamó composiciones con el pensamiento político y humanitario de Juárez.
López Obrador cerró la actividad conmemorativa con un discurso de corte histórico en el cual recordó el período de la reforma que caracterizó el gobierno de Juárez, en particular las leyes para la separación de la iglesia del Estado, que le restó poder al clérigo, sobre todo en el dominio de la tierra.
Rememoró la épica resistencia del pueblo mexicano cuando el conservadurismo entregó el país a los franceses y le permitió a París la invasión militar para imponer a Maximiliano de Habsburgo-Lorena.
En particular, destacó la histórica Batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862 dirigida por el pundonoroso general Ignacio Zaragoza, uno de los episodios más gloriosos de la historia de México, cuando el Ejército de Oriente derrotó a las tropas invasoras de Napoleón III.
López Obrador calificó la fecha del 21 de marzo de 1806 de venturosa para la dignidad de las personas, los países y la paz, porque conlleva el respeto a los demás, entre los individuos, como entre las naciones, finalizó aludiendo a la célebre frase de Juárez en la cual concluye que el respeto al derecho ajeno es la paz.
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