La fecha es una es una oportunidad para unir conciencias y acciones en favor del preciado líquido, que atraviesa una profunda crisis de disponibilidad y gestión adecuada cuando se prevé que el número de personas que viven en zonas urbanas con escasez de agua se duplicará.
Según cálculos, ese crecimiento será de 930 millones de seres humanos sin ese suministro en 2016 a una cantidad que puede oscilar entre mil 700 y dos mil 400 millones en 2050.
Otras cifras alarmantes señalan que actualmente dos mil millones de personas no disponen de agua potable segura, mientras más de cuatro mil millones viven sin saneamiento básico y el 44 por ciento de los líquidos residuales domésticos no se depuran de forma adecuada.
A ello se suma que alrededor de 1,4 millones de personas mueren anualmente y 74 millones verán acortada su vida debido a enfermedades relacionadas con la escasez de agua, saneamiento e higiene.
En relación con la mercantilización de ese recurso, el grupo de relatores de Naciones Unidas aseguraron que desbaratará la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos el número 6, dedicado al acceso universal al agua limpia y el saneamiento.
Además, obstaculizará los esfuerzos para resolver la crisis mundial del agua, ya agravada por la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación tóxica, que afecta a la vida y la salud de miles de millones de personas en todo el mundo.
El Día Mundial del Agua coincide este año con el inicio de los debates de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua, que se desarrollará hasta el viernes en Nueva York, una oportunidad única para buscar soluciones a la grave situación actual del agua y el saneamiento.
Los gobiernos y toda la sociedad interesada en el tema se unirán en este evento para asumir compromisos que aceleren el progreso en el ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y otras metas relacionadas acordadas internacionalmente.
Serán precisamente esas obligaciones las que formen la llamada Agenda de Acción del Agua, un plan rápido y transformador que debe resultar de la cita y en el cual deben estar reflejados los esfuerzos individuales y globales.
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