Así lo describe hoy un amplio reportaje del diario local Excelsior según el cual se pierde, solamente por las fugas el 46 por ciento del líquido vital.
Poca lluvia y altas temperaturas tienen a México con un déficit de 6,0 por ciento en sus 210 principales presas, que se encuentran a 60 por ciento de almacenamiento en promedio, indicó la investigación.
Excelsior señaló que durante la última década, la sequía y la sobreexplotación de los acuíferos se intensificaron en el país, mientras 12 millones de personas no tienen acceso a agua potable, según confirmó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
A esta crisis hídrica se le suma que 46 por ciento del líquido se pierde por fugas en las redes de abastecimiento, 80 por ciento de los cuerpos de agua está contaminado por descargas industriales y sólo uno de cada 100 litros de agua de lluvia es captado para su reutilización.
También, debido a la pobre calidad del agua en la mayoría de las cuencas, México es el país número uno en consumo de agua embotellada del mundo.
En el marco del Día Mundial del Agua el Imco urgió a tomar acciones para garantizar el abasto del líquido a la población.
El primer eslabón es modernizar la legislación para adaptarla a la nueva realidad, donde se modernicen las concesiones, su monitoreo y vigilancia, así como las necesidades presupuestales y mecanismos de financiamiento para la infraestructura hídrica”, planteó.
De acuerdo con el Banco Mundial, en el país la disponibilidad promedio anual per cápita de agua pasó de 10 mil metros cúbicos en 1960 a cuatro mil en 2012. Para 2030, será menor a tres mil metros cúbicos, prevé.
El efecto más reciente de la crisis hídrica en México se registra en el Bajío, donde ciudades como León, Irapuato, Salamanca y Celaya han recurrido al racionamiento de agua potable.
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