La tragedia se produjo por la erosión causada por las aguas, que dio lugar al desmoronamiento del borde del acantilado que flanquea al río que atraviesa el centro de la capital peruana y arrastrar la parte posterior de la casa, donde estaban madre e hijo.
Las dos muertes se sumaron al reporte de 67 vidas perdidas desde el inicio del año hasta ayer.
Muchas de las víctimas radicaban, por carecer de vivienda, en moradas construidas en las orillas de los ríos o en quebradas que se convierten en cursos de agua por la intensa lluvia, pese a que la ley prohíbe afincarse en esos espacios por ser de alto riesgo.
Un reporte de Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) consignó además cinco desaparecidos, diez mil 874 damnificados y 74 mil 022 afectados.
Las inundaciones, avenidas y aludes destruyeron además mil 666 viviendas, dejaron inhabitables dos mil 510 y afectaron en diversa medida otras 31 mil 453, sobre todo en las regiones del norte de la costa peruana y en la periferia de Lima.
Además, han sido destruidos 132 kilómetros de carreteras y 11 kilómetros de caminos rurales, además de 56 aulas escolares destruidas, 208 inutilizables y 818 afectadas.
Los daños incluyen 113 kilómetros de canales de riego destruidos 351 kilómetros afectados; 130 puentes destrozados y 216 afectados, y 82 kilómetros de redes de agua potable afectados.
Debido a las lluvias, se perdieron 13 mil 310 hectáreas de cultivo y quedaron afectadas otras 27 mil 238; además perecieron 30 mil 945 cabezas de ganado.
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