Los manifestantes de la Asociación Grito de los Depositantes lanzaron petardos hacia la institución, y algunos intentaron incendiar neumáticos y entrar en el banco Societe Generale.
Según la Agencia Nacional de Noticias, la policía antidisturbios intervino en las protestas para evitar que los ciudadanos asaltaran el Societe Generale, al lado del Banque du Liban, en esta capital.
La propia publicación notificó del intento de un grupo de personas de entrar en la casa del Gerente General de Fransabank, Nadim Al-Qassar, en la localidad de Jnah.
De inaceptable calificaron expertos y políticos la manipulación excesiva esta semana de la tasa de la libra libanesa que superó el umbral de 140 mil frente al dólar, antes de caer por debajo de los 110 mil, luego del anuncio del Banco Central de una circular para limitar el desplome.
El sector bancario en Líbano está al frente del colapso de la nación, con muchas instituciones prestamistas acusadas de participar en prácticas de lavado de dinero, evasión fiscal y malversación, de acuerdo con los analistas.
Durante casi tres años, los bancos en el país impusieron restricciones sobre el dinero de los depositantes en moneda extranjera, especialmente el dólar estadounidense y establecieron estrictos límites para retirar sus fondos en libras libanesas.
En la percepción general de los pobladores, el gobernador del Banco Central, Riad Salameh, figura como uno de los principales responsables de hundir al país a su peor escenario en la época moderna.
La devaluación de la moneda nacional repercute en los altos precios de los artículos de primera necesidad y en la disminución del poder adquisitivo de las personas, para complejizar la realidad económica, financiera y social de Líbano.
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