Por Glenda Arcia
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Argentina
Como cada 24 de marzo, las calles se llenaron de banderas, pañuelos blancos y los rostros de los más de 30 mil detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos desde el golpe de Estado contra la expresidenta María Estela Martínez, en 1976, hasta 1983.
Acompañadas por integrantes de organizaciones sociales, políticas y sindicales, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo volvieron a reclamar justicia y reiteraron la necesidad de buscar la verdad y preservar la memoria.
En el Congreso fue colocado un letrero gigante con la frase Nunca Más y miles de miembros de la agrupación La Cámpora marcharon desde el Espacio de Memoria exEsma (Escuela de Mecánica de la Armada), antiguo centro de detención y tortura, hasta la Plaza de Mayo, lugar de lucha y resistencia que guarda hoy las cenizas de Hebe de Bonafini.
Esa fue la primera movilización sin la presencia física de la expresidenta de las Madres, Hebe de Bonafini, quien falleció el 20 de noviembre de 2022, pero su imagen y sus palabras aparecieron en cada rincón, en los discursos de sus compañeras, las pancartas de los jóvenes y los reclamos de los manifestantes.
Ella está presente cada día y, especialmente, en nuestras acciones para defender a Cristina (Fernández, vicepresidenta) ante la persecución en su contra. No permitiremos que esta democracia se caiga y enfrentaremos a los jueces ilegítimos y corruptos, que fueron cómplices de la dictadura y hoy la quieren inhabilitar. ¡No a la proscripción, Cristina conducción!, afirmó Irene de Chueque, integrante de la asociación.
Por su parte, Carmen Arias aseguró que seguirán el camino marcado por De Bonafini e instó a luchar para evitar que la mafia de los tribunales impida la participación de Fernández en las elecciones presidenciales de octubre próximo.
En declaraciones a Prensa Latina, Leandro Palacios recordó que en 2023 se conmemoran también cuatro décadas de la recuperación de la democracia en Argentina y es necesario continuar fortaleciéndola para hacer frente a los ataques de la derecha.
Quieren acabar con todo lo que significa derechos y con la vicepresidente, quien forma parte de un proceso justo y popular. Marchamos para evitar que la proscriban, aseguró.
Mientras, Rubén Zaccaro recordó en diálogo con Prensa Latina que la dictadura en este país fue cívica, militar y también eclesiástica, porque contó con la complicidad de la jerarquía católica.
Debemos seguir luchando por la verdad y para que se haga justicia. Aún quedan personas que desconocen su verdadera identidad porque fueron apropiados cuando eran niños, añadió.
Zaccaro advirtió que la ola tenebrosa de esos años no quedó en el pasado, pues responsables del golpe y de las desapariciones forzadas continúan en libertad y otros, como el magnate azucarero Carlos Blaquier, mueren sin ser procesados.
Los promotores de esos hechos son los mismos que derrocaron al expresidente chileno Salvador Allende (1908-1973) y que hoy bloquean a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Forman parte de un poder económico y político concentrado que tiene continuidad en la historia, indicó.
Todo eso hace que tenga plena vigencia y sea coherente ser solidario con la Revolución cubana y defender la memoria aquí en Argentina. Antes de 1959, Cuba padeció lo mismo que sufrimos nosotros: la persecución y aniquilación de los sectores populares, aseveró.
Entre los ciudadanos reunidos en esta ciudad, varios recordaron a Jesús Cejas y Crescencio Galañena, diplomáticos cubanos secuestrados y desaparecidos durante la dictadura.
Tras varias horas de movilización, rodeada de miles de personas en la plaza, la presidenta de las Abuelas, Estela de Carlotto, ratificó la voluntad de los argentinos de no callar los horrores nunca más.
Seguiremos cuidando la democracia en nuestra nación y la Patria Grande porque así honramos a quienes lucharon por la libertad y la justicia, aseveró al dar lectura a un documento conjunto de las organizaciones representadas allí.
En aquellos años, el horror se desplegó para perseguir y destruir toda resistencia. Hubo más de 750 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, desapariciones forzadas, asesinatos, vuelos de la muerte, apropiaciones de bebés, delitos sexuales, encarcelamientos y robo de bienes, señala el texto. El criminal Plan Cóndor invadió a Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina, bajo órdenes de las embajadas de Estados Unidos. La cúpula de la Iglesia, cuando no era parte del terror, elegía serlo del silencio, añade.
Asimismo, indica que tras cuatro décadas de recuperada la democracia, las mismas corporaciones económicas y judiciales persiguen y encarcelan a dirigentes populares.
Ya no utilizan a las Fuerzas Armadas para condicionar según sus intereses y necesidades a los sectores populares y al sistema democrático, sino directamente a los jueces, apunta.
De igual manera, las agrupaciones exigieron el fin de las acciones para proscribir a Fernández y demandaron una investigación a fondo sobre el atentado en su contra, perpetrado el 1 de septiembre de 2022.
Además, pidieron la libertad de la dirigente social Milagro Sala y denunciaron los ataques a la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, así como el golpe de Estado contra Pedro Castillo en Perú.
La única lucha que se pierde es la que se abandona, por eso seguiremos en las calles, las aulas, los lugares de trabajo, con la palabra, la acción, el voto, con organización popular para no permitir que nos roben el sueño de una patria justa, solidaria y feliz, indica el documento.
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