Por disposición de la cartera de Administración Pública, Trabajo y Seguridad Social, empleados estatales laborarán diariamente una hora y media más durante la presente semana debido a la venidera conmemoración.
La extensión del horario, del 27 al 31 de marzo fue decidida como una solución puente entre el fin de semana y el martes 4 de abril, de tal forma, la mayoría de los servidores públicos podrá tomar el lunes de descanso, aunque la legislación contempla excepciones.
Para Angola el 4 de abril (feriado) es el Día de la Paz y la Reconciliación Nacional, una efeméride que evoca la firma en 2002 del Memorando de Entendimiento Complementario al Protocolo de Lusaka, con vistas a poner fin a años de confrontación armada interna.
Luego de 27 de años de guerra civil, el 4 de abril de 2002 el Gobierno, liderado por el Movimiento Popular de Liberación de Angola, y las fuerzas opositoras de la Unita acordaron el cese de las hostilidades.
El tratado inicial fue rubricado en Lusaka, la capital de Zambia, el 20 de noviembre de 1994, pero sin conseguir los propósitos deseados, pues los insurgentes desconocieron los resultados de las elecciones generales de 1992 y continuaron la disputa por la vía militar.
En general, la guerra civil que siguió a la proclamación de la independencia (11 de noviembre de 1975) dejó un saldo hasta 2002 de más de 500 mil muertos y cuatro millones de desplazados, de acuerdo con documentos de la época.
Al decir del presidente João Lourenço, su antecesor, José Eduardo dos Santos, merece un reconocimiento particular al evaluar el proceso de pacificación, pues él supo leer e interpretar correctamente el sentimiento de los angoleños, deseosos de extender el abrazo fraterno de paz y perdón entre hermanos, hijos de una misma madre, Angola.
Sin lugar a dudas, las dos mayores conquistas alcanzadas aquí fueron la independencia del colonialismo portugués y la paz y la reconciliación nacional, expresó Lourenço el año pasado en un discurso sobre el tema.
La guerra posterior a la independencia fue responsable de la muerte y la mutilación de miles de compatriotas, así como de la destrucción de la infraestructura, recordó.
lam/mjm