Un reporte publicado este miércoles en el sitio digital de ese medio informativo, señala que esas contradicciones están presentes desde los tiempos de la Antigua Roma, y en numerosas ocasiones frustraron la costosa realización de esta obra, con innumerables ventajas, pero que muchos consideran un riesgo, e incluso tecnológicamente imposible.
El martes último el Consejo Nacional de Ingenieros de Italia (CNI) dio a conocer en conferencia de prensa su confianza en que antes de 2030 se realice la construcción del puente, luego de la aprobación el pasado 16 de marzo de este programa por el Consejo de ministros de esta nación.
Edoardo Cosenza coordinador del grupo de trabajo del CNI para este proyecto expresó que los plazos de siete años para finalizar esta obra son «bastante posibles», con la participación de la sociedad pública Stretto di Messina, encargada de promover y dirigir el mismo.
«El principal reto no será tanto la zona sísmica sobre la que se levantará, sino los fuertes vientos a los que estará sometido, teniendo en cuenta que su longitud será se calcula en 3,3 kilómetros», explicó el experto en relación con este puente colgante de un solo vano, que será el mayor de su tipo en el mundo.
Sus costos se calculan inicialmente en unos dos mil 900 millones de euros, pero pueden ascender a siete mil 100 millones considerando el proyecto global con todos los elementos conectados, por las restantes obras relacionadas con el mismo, en las áreas afectadas.
Para la asociación ecologista Italia Nostra, se trata de “una obra absolutamente irreal y nociva, que ya ha costado mil millones de euros en estudios y consultoría”.
Tendrá tres mil 300 metros de longitud del vano central, tres mil 666 metros de eslora total con vanos laterales, un ancho de cubierta de 60,4 metros, 399 metros de altura de las torres, cinco mil 320 metros de longitud total de cables, y los de suspensión deben contar con 1,26 metros de diámetro. Uno de los puentes más largos del mundo, con similares características estructurales y funcionales, es el puente Akashi Kaikyō en Japón, en funcionamiento desde el 5 de abril de 1998, con una luz central de mil 991 metros y “no hace falta mucho para entender que pasar de los mil 991 metros a los tres mil 300 metros parece una utopía”, expresa Italia Nostra.
Será el mayor puente de estas dimensiones en el mundo, sin dudas en un lugar de extraordinaria belleza y riqueza naturalista y paisajística, pero con riesgos críticos ambientales y sísmicos considerables, apuntan los ambientalistas.
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