En una información divulgada este martes, el organismo sanitario internacional alerta que actualmente más del 70 por ciento de los mil 300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo carecen de acceso a herramientas para abandonar el vicio.
‘Esta brecha solo se agravó aún más en el último año, ya que la fuerza laboral de salud se ha movilizado para manejar la pandemia por la Covid-19’, señala el texto.
Según especialistas, cuando se conoció que los fumadores tenían más probabilidades de desarrollar formas graves de la Covid-19 en comparación con las demás personas, muchos de los que tenían ese vicio querían dejarlo; pero sin el apoyo adecuado, eso puede ser un desafío increíble, lamentan.
Los expertos aseguran que la nicotina en el tabaco es muy adictiva y crea dependencia; asimismo influyen vínculos conductuales y emocionales como fumar un cigarrillo con el café, antojo de tabaco, sentimientos de tristeza o estrés, lo cual dificulta dejar el hábito.
En diciembre de 2020, la OMS lanzó una campaña global por el Día Mundial sin Tabaco 2021, de un año de duración, bajo el lema ‘Comprométete a dejarlo durante la Covid-19’, una iniciativa que busca crear entornos más saludables.
‘El tabaquismo mata a ocho millones de personas al año, pero si los consumidores necesitan más motivación para abandonar este hábito, la pandemia constituye el perfecto incentivo’, afirmó en aquella ocasión el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Con ese objetivo se presentó un paquete técnico para apoyar la implementación de estrategias claves como aumentar los impuestos al tabaco, crear ambientes libres de humo y ofrecer ayuda para dejar de fumar.
En el documento divulgado este martes se abordó también la problemática de los cigarrillos electrónicos y su papel como apoyo para dejar de fumar; sin embargo, aseguran que la evidencia científica sobre este tema no es concluyente.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus señala, además, que los cigarrillos electrónicos generan sustancias químicas tóxicas, las cuales se han relacionado con efectos nocivos para la salud como enfermedades cardiovasculares y trastornos pulmonares.
En la actualidad, la industria tabacalera apunta enérgicamente a los países de ingresos bajos y medianos con cigarrillos tradicionales, mientras impulsa sus productos nuevos y emergentes en los países de ingresos más altos.
Por esta razón, la OMS insta a los gobiernos a ayudar a los consumidores de tabaco a dejar de fumar proporcionando el apoyo, los servicios, las políticas y los impuestos al tabaco necesarios para cumplir ese objetivo.
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