De acuerdo con ese organismo, el grueso de esa cifra, 590 millones, residen en la región subsahariana.
Expertos del Banco Mundial estiman que son necesarias inversiones cercanas a los 20 mil millones de dólares al año para conseguir la electrificación universal del África subsahariana.
Ellos calculan además que se requieren casi 10 mil millones de dólares anuales para llevar electricidad y mantener un suministro constante en el occidente y el centro del continente.
Andrew Lawrence, especialista en energía de la Facultad de Negocios de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo, Sudáfrica, considera con respecto a esa situación que hay muchas razones por las que África tiene un pésimo suministro eléctrico.
Mencionó en ese sentido infraestructura vieja, falta de supervisión gubernamental y carencia de conocimientos para darle mantenimiento a las redes eléctricas.
Opinó además que un problema histórico es que muchos regímenes coloniales construyeron sistemas eléctricos destinados en gran medida a la minoritaria población blanca, los cuales excluían a amplios sectores de la negra.
Analistas coinciden en que más que ayuda externa, África necesita para elevar el acceso a la electricidad, de un desarrollo endógeno a partir del aprovechamiento de sus recursos, pues se trata de uno de los continentes más ricos, con abundante petróleo, agua y otros minerales fundamentales para acometer una sólida transición energética.
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