En marzo de ese año, miembros de la policía de carabineros secuestraron a José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino en esta capital y sus cuerpos sin vida fueron encontrados frente al aeropuerto de Pudahuel, donde hoy se erige el monumento.
El hecho que conmocionó a la sociedad chilena pasó a la historia con el nombre del Caso Degollados.
Esta es la manifestación más siniestra del régimen fascista que mediante el terror quiso controlar nuestro país, declaró en el acto el secretario general del Partido Comunista de Chile (PCCh), Lautaro Carmona.
Recordó que 38 años después de aquellos sucesos aún hay desafíos pendientes, como luchar por los derechos humanos, por la verdad y la justicia y por avanzar hacia una nueva Constitución, que deje atrás la vigente desde la época de la dictadura (1973-1990).
El homenaje estuvo organizado por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de conjunto con el PCCh y el Colegio de Profesores, quienes realizaron una caravana desde el centro capitalino hasta la comuna de Renca, donde se encuentra el memorial.
En declaraciones a Prensa Latina, el subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano, afirmó que esta conmemoración coincide con los 50 años del golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular y es un momento para reflexionar en que nunca más se deben repetir estos crímenes.
El homenaje coincidió también con el debate en el Congreso Nacional del tema de la seguridad y de un proyecto de ley que pretende darle más atribuciones a los carabineros para disparar, lo que se conoce como la ley del gatillo fácil.
“En estos momentos esta ley es objeto de un gran debate y nosotros creemos que es una discusión necesaria porque vemos con mucha preocupación que se están desoyendo estándares internacionales comunicados por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos”, dijo Altamirano.
Según Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, esa normativa no se debe aprobar porque estos jóvenes a los que hoy se rinde homenaje y muchos otros fueron asesinados por carabineros y nunca pidieron perdón.
Recordó también Lira las más de 400 personas que sufrieron daños oculares producto de la represión policial contra el estallido social de 2019 durante el gobierno de Sebastián Piñera.
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