En esta capital se organizaron varios actos populares que contaron con la presencia de representantes de los diferentes estratos de la sociedad, en los que se manifestó el rechazo a cualquier tipo de injerencia extranjera en los comicios.
Semejantes jornadas tuvieron lugar en las ciudades costeras de Tartous y Latakia y en otras como Alepo, en el norte, y Qamishli y Hasakeh, en el noreste, donde los participantes aseguraron que ejercerán su derecho al voto por el candidato más capaz de dirigir el país durante los próximos siete años.
En la central de Hama, el subsecretario general del Partido Baath Árabe Socialista, Hilal Al-Hilal, dijo ante una multitud de jóvenes concentrados en la emblemática plaza Assi que los comicios constituyen un fuerte mensaje a los enemigos y es que Siria aún es fuerte a pesar de 10 años de guerra.
Los sirios residentes en el exterior comenzarán este jueves a votar en las urnas establecidas en las embajadas en varias capitales del mundo, mientras la fecha del proceso electoral para el país se fijó el día 26 próximo, para escoger entre los tres candidatos al cargo de presidente de la República Árabe Siria.
Esta cita electoral será la segunda multipartidista, tras la realizada en 2014, ganada por el actual mandatario, Bashar al-Ásad, con más del 88 por ciento de los votos.
Para las autoridades de Damasco, el éxito del proceso electoral, a pesar de las presiones y el rechazo anticipado de sus resultados por parte de Estados Unidos y sus aliados, constituirá una victoria institucional que no es menos importante que la militar lograda sobre el terrorismo en el terreno.
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