En ese sentido, el seis por ciento de los hogares informó no tener acceso a servicios de salud y ese porcentaje aumentó al 8.9 por ciento en 2022, superando incluso el 6.9 por ciento de 2020, cuando por el Covid-19 las autoridades sanitarias suspendieron la mayoría de sus atenciones para concentrarse en la pandemia, reveló el muestreo.
La falta de seguridad social, asociada a la informalidad del empleo, afectó a más del 60 por ciento de las familias desde 2018, precisó.
El año pasado, explicó LPG Datos, incrementó al 68.3 por ciento, frente al 67.4 de 2021, y también superó al 68 por ciento de 2020, un año convulsionado para el mercado laboral por el coronavirus.
Asimismo en 2022, la falta de acceso a agua potable no mejoró. Afectó al 21.2 por de los hogares, 0.2 puntos más que 2021 y fue además la cifra más alta desde 2018, para empeorar las condiciones de vida en muchos hogares.
También los resultados de la pobreza multidimensional contrastan con los de la pobreza por ingresos, puesto que esta última aumentó en 2022 y la primera se redujo.
«Puede que la población que tiene menos ingresos (…) sea mayor, pero que haya población que ha mejorado en otros aspectos no exclusivamente monetarios», valoró la economista Tatiana Marroquín, citada por la publicación.
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