De acuerdo con el documento, el índice total de precios al consumidor se ubicó en 11,9 por ciento en febrero y su descenso tiene un ritmo por debajo de lo esperado.
El órgano rector de las finanzas estimó que al término de este año la inflación rondará los 4,6 puntos porcentuales y la meta de tres unidades se alcanzará hasta el segundo semestre de 2024.
La situación se debe, entre otras razones, al elevado consumo de los hogares entre 2020 y 2022, que fue de unos cuatro mil 300 millones de dólares, impulsado por los retiros de los fondos de pensiones y las ayudas financieras durante la peor etapa de la pandemia de Covid-19.
Agrega el documento que los datos más recientes demuestran una lenta reducción del consumo, menor a lo esperado, lo cual presiona el alza de los precios.
Esto debe corroborarse mañana jueves, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas publique el comportamiento de la inflación en marzo.
Por otra parte, el Banco Central señaló que las inversiones tienen un débil desempeño desde hace varios trimestres.
De hecho, la tasa de formación bruta de capitales fijos se mantiene estancada desde mediados de 2021 debido al aumento del costo de los créditos, el deterioro de las expectativas de los empresarios y el alza de la incertidumbre política y económica local.
A nivel externo el ritmo positivo de las finanzas se deterioró en marzo debido a los problemas en grandes bancos de Estados Unidos y Europa, lo que creó turbulencias a las cuales Chile no escapa.
En este panorama, se proyecta que el Producto Interno Bruto oscilará en 2023 entre menos 0,5 y más 0,5 por ciento, mejor de lo estimado en diciembre; al año siguiente estará entre uno y dos puntos, y en 2025 llegará a las tres unidades.
La economía chilena enfrenta un momento complejo, precisa el informe del Banco Central, y reducir la inflación es una condición básica para mejorar el desempeño en forma sostenida y hacer frente a los impactos generados desde el exterior.
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