De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), publicado en la página oficial de esa entidad, aun cuando la renta disponible de los hogares aumentó un 0,8 por ciento en ese período, “un crecimiento especialmente fuerte de los precios de consumo en el mismo trimestre” impactó negativamente en la economía de los núcleos familiares.
La estabilidad del gasto en consumo final de las familias italianas, que ascendió 3,0 puntos porcentuales en términos nominales, “estuvo acompañada de un marcado descenso de la tasa de ahorro”, apreciaron los expertos del Istat.
Massimiliano Dona, presidente de la Unión Nacional de Consumidores de Italia (UNC), comentó en declaraciones divulgadas este jueves en el sitio digital del boletín informativo Italy24, que “la inflación, como hemos denunciado durante años, ha erosionado el poder adquisitivo de las familias”.
Dona calificó esta reducción del poder adquisitivo como un «hecho grave y preocupante» y destacó que “en términos de tendencia, la brecha entre los datos de alimentos en valor y en volumen se vuelve incluso abismal”, por aumentos en los precios que constituyen “prácticamente un precipicio”.
«Los italianos se comen sus ahorros en un vano intento por mantener su nivel de vida, ante la pérdida de poder adquisitivo”, expresó, y apuntó la necesidad de “ajustar los salarios al costo de vida».
Las facturas elevadas y el aumento vertiginoso del coste de la vida repercutirán en el crecimiento de nuestra economía», aseveró el directivo de la UNC.
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