El acontecimiento sucedió en el municipio de Ombadja, en la provincia de Cunene, para beneplácito directo de 945 alumnos de primaria y primer ciclo de enseñanza media, quienes, a falta de infraestructura, estudiaban al pie de los árboles, expuestos a las inclemencias del tiempo.
Desde Ombadja, a más de mil kilómetros de esta capital, la agencia angoleña de prensa reportó que la rehabilitación y el equipamiento de la escuela corrió a cargo del Fondo de Desarrollo Local, con un importe de 22 millones de kwanzas, equivalentes a aproximadamente 43 mil 500 dólares.
Según valoró ayer la ministra de Educación, Luísa Grilo, una de las principales ocupaciones del Gobierno es la reducción del abandono escolar debido a diferentes razones culturales y socioeconómicas.
Por ejemplo, la falta de aulas obligó al Ejecutivo a incrementar la construcción y rehabilitación de planteles, con énfasis a lo largo de los últimos cinco años, comentó.
Una reciente investigación sobre los factores de la vulnerabilidad corroboró los nexos entre los índices de pobreza y la salida de los adolescentes del proceso docente-educativo, luego de finalizar la primaria, explicó la pedagoga.
Entre las respuestas institucionales, mencionó el inicio de un nuevo programa de apoyo económico a familias vulnerables, el cual dispone de financiamiento del Banco Mundial.
Por el organismo internacional, la funcionaria Ema Monsalves confirmó la disponibilidad 110 millones dólares para atender a cerca de 900 mil jóvenes angoleños en el primer ciclo de la enseñanza media, hasta 2025.
La ministra Grilo solicitó el apoyo de padres y tutores para que las ayudas monetarias contribuyan realmente a elevar la puntualidad, la asistencia, la permanencia y el aprendizaje de los estudiantes beneficiados.
“Si los alumnos no rinden en la escuela por falta de asistencia, pueden perder el derecho a la beca”, aclaró la titular, al insistir en la necesidad de contar con el respaldo de las familias y las comunidades.
lam/mjm