En su informe económico actualizado sobre el norte de África y Oriente Medio, la institución precisó que el PIB del país se elevará una cifra similar en el actual año fiscal, a finalizar el 30 de julio.
Según la entidad, Egipto mejoró sus reservas de divisas debido al aumento de los ingresos del turismo y del Canal de Suez, así como del financiamiento exterior.
No obstante, como factores adversos citó la escasez de divisas y el crecimiento del déficit presupuestario.
El ministro de Finanzas Mohamed Maait afirmó este mes que la economía nacional crecerá 5,0 por ciento el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio venidero.
Maait estimó un superávit primario del 2,5 por ciento del PIB, con una tasa de déficit general de 6,37 por ciento.
Días antes, la titular de Planificación y Desarrollo Económico Hala El-Said anunció que el PIB crecerá 4,2 por ciento en este año fiscal, una rebaja con respecto al 5,5 por ciento previsto a finales de 2022.
Sin embargo, la proyección supera las expectativas de instituciones financieras globales, incluido el Fondo Monetario Internacional, que predijo un crecimiento de 4,0 por ciento.
La funcionaria informó que las exportaciones de Egipto crecieron en un 12,4 por ciento en el primer trimestre del actual año fiscal, mientras las entradas netas de inversión extranjera directa aumentaron 94 por ciento.
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