“Ahora nos cuesta el doble, e incluso el triple llegar a cualquier lugar y eso en momentos en que los trabajos son cada vez más escasos”, dijo a Prensa Latina Jude, quien trabajaba de dependiente hasta que el comercio tuvo que cerrar por la inseguridad. Las calles de la mayoría de las zonas de la capital se encuentran vacías, sin los habituales tap tap, camionetas modificadas y coloridas que transportan a la mayoría de los citadinos.
La situación no es diferente para aquellos que manejan motocicletas, otro popular medio de transporte en Haití, quienes tuvieron que aumentar considerablemente el precio a riesgo de quedarse sin usuarios.
“Si hace unas semanas hacía cinco recorridos diarios ahora tengo suerte de hacer dos o tres, pero me vi obligado a subir los precios para poder comprar gasolina en el mercado informal”, dijo a esta agencia Dominique, mientras esperaba en la estación de Delmas 83.
La Asociación Nacional de Propietarios de Estaciones de Servicio confirmó a la prensa la escasez de los productos petrolíferos, aunque indicó que se espera un barco de diésel con 120 mil barriles esta semana.
El pedido es para las empresas Dinasa, Cap Invest y DNC y en breve debe llegar un cargamento de 25 mil barriles de gasolina y otros 40 mil de diésel, destinados a la compañía Bandari, informó una fuente al diario Le Nouvelliste.
Haití sufre crisis recurrentes con el desabastecimiento de los combustibles que aumentaron desde finales de 2021, cuando los privados asumieron el control total del sector y se agravaron con el incremento de los precios de los hidrocarburos, decretado por el Gobierno en septiembre pasado.
Las compañías esgrimen que no cuentan con las divisas para importar los productos petrolíferos, mientras que los sindicatos cuestionan el amplio margen de ganancia del sector.
npg/ane