La presentación tuvo lugar en el Teatro Nacional de Cuba, donde el artista tiene su peña desde que comenzó en aquel mes de septiembre de hace 20 años cuando se lanzó a hacer carrera en solitario.
Como un himno de esperanza quizás, aquel «Volver», tango interpretado por el argentino Carlos Gardel, se convirtió en una actitud hacia la vida, y para el cantante Waldo Mendoza se traduce en 20 años de sacrificio, dedicación, logros y mucho amor para sus seguidores.
No tienen que ser quienes van a sus conciertos, o quienes tararean sus canciones. Son los seguidores en la vida diaria, sus músicos, su familia, porque, como él expresa «mi producción siempre va inspirada por ella».
Las canciones se piensan durante toda la existencia y van contigo caminando desde los primeros pasos, y eso tiene que ver con los estudios y con nutrirse de quienes te crían, exteriorizó el artista quien, además, se las agencia, según sus allegados, para crear una familia paralela con sus amigos, los de su grupo y hasta sus vecinos.
En la conferencia de prensa por el lanzamiento de la campaña denominada Bendito tiempo, 20 años, Mendoza afirmó que Santiago de Cuba le dio las herramientas de la música y allí, en ese territorio probó, la savia del oriente cubano.
Para este eterno romántico, las melodías siempre son inspiradas por sus más cercanos, por la pareja, por el medio, y ahora con un buen motivo para conmemorar, varias actividades se unieron en esta etapa que, hasta el 29 de septiembre (fecha del aniversario) se extenderán por toda Cuba.
El evento fue presentado por la musicóloga Heidy González, representante de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba, que también está en medio de su aniversario 60 de fundada y con un trabajo muy estrecho con el músico, quien posee varios discos con esta compañía.
No faltó en esta inauguración el plato fuerte, esta vez, fueron dos: la perfumería y la repostería.
El primer regalo para Mendoza fue el perfume que da título al proyecto Chocolate con café, un aroma estimulado por toda esta producción discográfica.
Se trata de una obra artística de la perfumista y química Clara Iglesias Camallery, la cual incluye fragancias de sándalo, ámbar, canela, toques de vainilla y flores de azahar para darle la seducción y el romanticismo del propio homenajeado.
La otra sorpresa fue un dulce con el nombre de Viaje a La Habana, para un amante del habano, con forma de ese producto y todo de chocolate relleno con crema de café.
Una combinación perfecta de arte, a lo natural y la cultura de lo tradicional de esta isla, auspiciado por el fondo de Bienes Culturales para festejar a quien han denominado en la isla La voz romántica, Waldo Mendoza.
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