De acuerdo con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el virus se descubrió en un patio familiar de la comuna de Coyhaique y de inmediato se activaron los protocolos correspondientes para tratar de impedir su propagación.
La directora regional del SAG, Valeria Carrasco, señaló que se comunicaron a todas las comunidades las medidas de bioseguridad indispensables en este caso.
Entre ellas figura mantener encerradas a las aves de corral para evitar el contacto con especies silvestres, resguardar la comida y el agua y, sobre todo, no manipular animales muertos o con síntomas de la enfermedad.
De igual manera, se recomendó conservar la limpieza e higiene de forma sistemática y no permitir el ingreso de personas, utensilios y vehículos.
A quienes dentro de sus hogares o sitios de trabajo deban estar en contacto con aves se les aconseja utilizar guantes, mascarillas, evitar tocarse la boca, nariz y ojos y al finalizar sus labores lavarse bien las manos con abundante agua y jabón.
El primer caso de influenza aviar se descubrió en Chile en diciembre pasado y en estos momentos ya está presente en todas las regiones del país.
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