Vísperas del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, el Movimiento lamentó además que la falta de reducción de la desigualdad económica dentro y entre los países conduce a un aumento del desempleo de adultos, lo que agranda directamente el riesgo de abuso, trata y explotación sexual de los menores.
Advirtió que se vive en un mundo en el que la infancia constituye un tránsito por años de desolación y muerte en vida.
Refirió en ese sentido que hay niños abandonados sin hogar, prostituidos, niños soldados, infantes desechados en las minas, huérfanos en campos de refugiados, esclavizados en fábricas de muerte, y un largo etcétera con un reguero inimaginable de sufrimientos.
El Movimiento -de Apostolado Seglar dentro de la Iglesia Católica- consideró, asimismo, que cada niño esclavo es consecuencia de algún lucrativo negocio, que forma parte de una economía que asesina sin escrúpulos.
También argumentó que la guerra y armamentismo, el turismo sexual y cibersexo, prostitución infantil, comercio de recursos naturales y energéticos, especulación de alimentos, comercio de órganos y venta de ropa barata son algunos de los negocios que usan niños.
Según la ONU, a finales de 2022, principalmente debido a la pandemia, el número de niños obligados a estas esclavitudes aumentaría en 8,9 millones.
Los matrimonios infantiles tempranos se han vuelto más frecuentes en todo el mundo, la trata de niños y la explotación sexual de menores, con el soporte de Internet, aumentaron.
Las principales víctimas de tales crímenes son los menores sin hogar, los refugiados, los migrantes y las familias empobrecidas.
Según el Movimiento, también pueden encontrarse a estos infantes zurciendo las etiquetas de las camisas Made in América y fabricando calcetines en cadenas textiles en Alabama; horneando los panecillos, procesando la leche que se usa en los helados y ayudando a deshuesar el pollo que se vende en franquicias de comida rápida.
Igualmente, son visibles, en las grandes cadenas de distribución alimentaria; en Míchigan, menores centroamericanos fabrican piezas de automóviles para las dos principales marcas de coches de los Estados Unidos.
Por último, instó a los organismos internacionales incluida la agenda 2030 de la ONU a llevar a cabo medidas que realmente estén encaminada a erradicar de forma eficaz esa realidad.
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