Por iniciativa del Tribunal Supremo Electoral (TSE), 27 de 30 organizaciones políticas aceptaron rubricar el pacto para «una campaña ética, pacífica, programática y con valores democráticos», el pasado martes.
Estuvieron ausentes del acto oficial, la agrupación Podemos, que actualmente lucha la inscripción de su binomio presidencial en las Cortes, y el Partido de Integración Nacional, mientras que Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS) se negó a aceptar la propuesta y manifestó sus razones públicamente, lo cual le ocasionó la expulsión de la sala.
Al justificar la necesidad del acuerdo nacional, la presidenta del TSE, Irma Palencia, argumentó que se busca la confianza de los electores hacia los candidatos y el fortalecimiento de la autoridad electoral.
«Nuestra tarea es coadyuvar a una sana democracia y a la paz social que propicie la estabilidad social, política y económica», manifestó, en medio de fuertes cuestionamientos hacia los criterios empleados a la hora de inscribir aspirantes, en particular a los binomios presidenciales.
Desde la propuesta del documento a finales de marzo, el ente argumentó que persiguen promover un ambiente de paz, respeto, inclusión y ética para dar paso a una competencia electoral justa y equitativa, principios que no ha respetado, según organizaciones civiles y observadores de la contienda.
Ese fue el sentido de la intervención del secretario general de VOS, Carlos Bezares, quien rechazó la discrecionalidad del TSE a la hora de inscribir a los aspirantes a los más de cuatro mil cargos públicos.
Esta semana, la Corte Suprema de Justicia rechazó de manera permanente un amparo del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) para sumar su fórmula presidencial a la contienda, con lo cual le quedaría la Corte de Constitucionalidad como última opción.
En el panorama noticioso también destacó la llegada aquí de los restos de 17 guatemaltecos que murieron en una estación de migración en Ciudad Juárez, México, como consecuencia de un incendio provocado en ese local, actualmente bajo investigación y con cargos penales para sus responsables.
La operación de traslado, cuyo gasto sufragó el Gobierno mexicana, estuvo encabezada por el canciller Mario Búcaro, quien viajó al país vecino un día antes para conocer el estado de los heridos.
Según el listado divulgado aquí, las edades de los fallecidos oscilaban entre 18 y 51 años.
De los 40 migrantes muertos y heridos en la tragedia, la mayoría eran de Guatemala, y recién ayer se conoció que, de 200 personas encontradas en un camión abandonado en Veracruz, también nacionales eran una gran parte.
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