La primera ministra Ana Brnabic, al abordar el tema en rueda de prensa, hizo un llamado a todos los ciudadanos, en especial a los jóvenes desde los 18 años, a recibir el fármaco y aseveró que de ellos dependerá que todos puedan retornar a una vida normal.
Informó que dos millones 361 mil 545 adultos recibieron la primera dosis de una de las cuatro vacunas disponibles en el país, lo cual representa el 44 por ciento de ese grupo etario, pero recordó que la mayoría se ubica en el rango de 60 años hacia arriba.
En declaraciones a los medios de prensa, el epidemiólogo Branislav Tiodorovic informó que menos del 12 por ciento de los inyectados pertenecen al grupo de 18 a 35 años, lo cual calificó de insuficiente.
Precisó que para lograr una situación segura en el país debe ser inmunizado del 60 al 70 por ciento de la población total (cerca de siete millones) y hasta ahora eso solo se consiguió en el rango de 65 a 74 años y en poco tiempo se podrá lograr en la faja de 75 en adelante.
Los avances de Serbia en el combate a la Covid-19 se revelaron significativos desde el inicio de mayo cuando se apreció un descenso en el número de casos diarios, desde mil 613 el 30 de abril a 391 en el parte de ayer 21.
El salto cualitativo se aprecia aún más cuando el 31 de marzo se confirmaron cinco mil 107 nuevos contagiados en 24 horas y la ocupación hospitalaria estuvo a punto de colapsar el sistema de atención.
Desde que estalló la pandemia en el país, el 6 de marzo de 2020, hasta ayer, se confirmaron 709 mil 269 infectados en cuatro millones 61 mil 461 personas sospechosas testadas y el total de fallecidos ascendió a seis mil 752.
Para el programa de vacunación masiva, iniciado a mediados de diciembre de 2020, Serbia cuenta con cuatro vacunas diferentes: Pfizer-BioNTech (Estados Unidos-Alemania), Sputnik V (Rusia), Sinopharm (China) y AstraZeneca (Gran Bretaña-Suecia), recibidas en ese orden, las cuales suman más de cuatro millones de dosis.
El Instituto Gamaleya de Moscú, creador de Sputnik V, emitió el certificado que permite a Serbia producirla en el país, lo cual podría iniciarse en dos o tres semanas y así convertirse en el primer país europeo en hacerlo y satisfacer las necesidades de su población de unos siete millones de habitantes, además de suministrarla a los países vecinos.
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