En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, dijo que lo principal es atender las causas, fortalecer valores, no marginar a los jóvenes y mantener unidas a las familias.
Dijo que el problema del fentanilo lo van a resolver cooperando con el Gobierno de Estados Unidos que tiene, lamentablemente, este problema de adicciones que está afectando a los jóvenes, y reiteró que confía en que los jóvenes puedan ser felices sin recurrir a las drogas, que tengan “apapacho”, amor familiar, y rechazó las medidas coercitivas.
Al insistir en que está demostrado que las estrategias que usan nada más la fuerza no funcionan, reafirmó que se deben atender las causas, y ahora en México se están atendiendo a los jóvenes como nunca antes.
Vamos a detener el consumo de drogas, para que no tengamos hacia adelante un problema, expresó. Cuando hay consumo de drogas, hay más homicidios, más violencia, dijo y lamentó el asesinato de siete personas en un balneario de Guanajuato, pero lo atribuyó al consumo de drogas y a la lucha entre bandas “por ese mercado”.
Afirmó que por costumbres y tradiciones, el consumo de drogas en el país no está extendido, a pesar de lo que se dice, y planteó de nuevo que en Estados Unidos se deben mantener a los hijos “dos, tres años más en sus casas” para que no salgan tan jóvenes y a los padres se les dé una “recompensa”.
Pidió al vecino país del norte una mejor atención a los jóvenes con prevención y no nada más la oficina antidrogas DEA y la represión de la CIA, los robocops y las armas y reveló que enviará a políticos de Estados Unidos el libro “Una sociedad mejor“, de John Kenneth Galbraith, porque “está la salida de la drogadicción y otros problemas sociales”.
Lo consideró un libro de lectura obligada para todo buen gobernante, sobre todo para enfrentar el problema de violencia y drogadicción.
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