Mediante un comunicado, los empleados consideraron insuficientes lo aprobado por el Gobierno interino de aumentar cuatro veces los sueldos, sin tener en cuenta el índice de precios elevados e inflación, ni el principio de simetría entre todos los servicios activo y jubilados.
Al mismo tiempo, llamaron a determinar un tipo de cambio fijo para el cálculo de los salarios y pensiones, y adherirse a proveer todos los recursos económicos necesarios para medicinas y hospitalización de los empleados y jubilados.
Responsabilizaron al Gobierno y al Parlamento por entorpecer la realización de las elecciones municipales y electivas, así como la presidencia de la República, el destino del año académico, exámenes oficiales y universitarios, y desbaratar las instituciones públicas.
En este sentido, convocaron a todos los órganos afectados a permanecer alertas y seguir el ritmo de las decisiones hasta lograr los requisitos mínimos y derechos legítimos de los empleados y jubilados.
Ayer, los profesores retirados del sector público, junto con los de la administración estatal, el cuerpo diplomático y las fuerzas militares, llevaron a cabo su tercera sentada masiva en la plaza Riad El-Solh, en el centro de la ciudad capital.
La protesta ocurrió junto con la convocatoria de la sesión del gabinete, apoyada en su movimiento por delegaciones de la Asociación de Empleados del Sector Público y el Sindicato Nacional de Trabajadores de Líbano.
En los plantones, los manifestantes levantaron pancartas con las consignas básicas de sus demandas crónicas, luego del colapso de sus pensiones y de las garantías de salud.
A través de un comunicado, el Consejo Coordinador de Jubilados del Sector Público reclamó el restablecimiento del poder adquisitivo de los salarios mediante la fijación del tipo de cambio de la libra libanesa, además de introducir las denominadas “ayudas” en el núcleo de los sueldos y pensiones, y asegurar todos los requisitos de cobertura sanitaria y hospitalaria.
El colectivo denunció el lanzamiento por parte de la policía antidisturbios y el Ejército de gases lacrimógenos, sin justificación alguna, con varios casos de asfixia y desmayos.
Sobre este tema, enfatizó que la represión no intimidó a quienes se adhieren a sus derechos legítimos, sino que los empuja a continuar su movimiento por la dignidad humana en Líbano.
En el contexto de la peor crisis económica y financiera de su época moderna, Líbano sortea los obstáculos de un doble vacío de poder, pues la nación quedó sin presidente de la República tras el fin del mandato de Michel Aoun el 31 de octubre, mientras el gobierno de Najib Mikati permanece en modo interino.
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