En sus declaraciones a ese medio informativo, la mandataria expresó que “el problema de la frontera sur no es sólo de Italia, sino de toda Europa” y aprecia mayor cooperación en este sentido entre los países miembros de la UE, pues “todos saben cuáles son los problemas y la magnitud del desafío. Ya no es tiempo de discutir, sino de actuar”.
Meloni manifestó que debe ponerse en marcha “una operación naval y aérea para la vigilancia del Mediterráneo central y oriental y la lucha contra los traficantes de seres humanos, en estrecha coordinación y apoyo con los países de salida, que a su vez deben estar dotados de todos los medios necesarios para cortar la ruta”.
La jefa de Gobierno apuntó además que “esta nueva política de seguridad de las fronteras exteriores debe ir acompañada de una gestión común de las repatriaciones de los cientos de miles de inmigrantes ilegales presentes en territorio europeo”.
Por otra parte, añadió, «la UE debe tener una capacidad financiera robusta para las inversiones económicas en el continente africano, la financiación debe desembolsarse sobre la base de acuerdos vinculantes, medibles en términos de objetivos y resultados, en primer lugar con los Estados que son hoy los puntos de partida de migrantes”.
La comunidad regional “ha dado una primera respuesta a nuestros análisis y propuestas, pues en sólo dos Consejos de Bruselas, el del 9 de febrero y el del 23 de marzo, hemos conseguido cambiar el paradigma” dijo, y reafirmó que “hemos cerrado la era en la que Italia guardó silencio”.
En tal sentido, la primera ministra destacó que “reivindicamos nuestro papel activo y pedimos a los demás Estados que construyan con nosotros una nueva política migratoria europea”.
“La inmigración es un fenómeno que debe ser regulado, no podemos permitir que los traficantes elijan quién llega a Italia. Son los primeros enemigos de aquellos que pueden encontrar aceptación y reconstruir sus vidas en Italia», expresó.
Hizo alusión a la grave situación que enfrenta Túnez y su preocupación debido a que, como consecuencia de la misma, “los servicios nos dicen que una oleada potencial de 900 mil personas se prepara para aterrizar en Europa».
Reiteró en referencia a ese asunto el pedido de su gobierno al Fondo Monetario Internacional para que libere una financiación de mil 900 millones de euros para ese país africano, y enfatizó que en apoyo a esa gestión “la Unión Europea y el Banco Mundial deben moverse”.
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