Cerca de 300 personas protestaron en las inmediaciones del Palacio de Bellevue, residencia oficial del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en esta capital, según el portavoz de la policía Thilo Cablitz.
La víspera igual cantidad de activistas fueron arrestados durante una protesta similar prohibida por el gobierno de la canciller Angela Merkel.
A fines de abril la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) anunció que vigilaría a grupos opuestos a las medidas de confinamiento, como el Querdenker (Pensamiento Lateral).
Para tal fin, la inteligencia germana creó una nueva categoría de deslegitimación del Estado cuando sea relevante para la protección constitucional.
Entretanto, la Oficina Federal de Investigación Criminal alertó a los responsables de seguridad de los partidos en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) sobre amenazas a los miembros que dieron luz verde a la ‘ley de freno de emergencia’ que obliga a los 16 estados que conforman el país a aplicar disposiciones federales en el combate a la pandemia.
La votación que generó polémica en su momento y algunas protestas violentas frente al edificio del Reichstag, sede del Parlamento, incluye restricciones como el toque de queda desde las 22:00 hasta las 05:00, hora local, vigente hoy para los que no están inmunizados contra el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Más de tres millones 644 mil personas contrajeron aquí la Covid-19 y de ellas 87 mil 321 fallecieron, según el instituto Robert Koch, ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas.
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