Un comunicado del ministerio para las Relaciones Exteriores indicó que esas acciones punitivas constituyen “una agresión” a toda la población venezolana y obstaculizan el desarrollo de la vida económica y social del país.
Reclamó, en ese sentido, la devolución de los activos pertenecientes al Estado venezolano y que fueron ilegalmente retenidos por países e instituciones financieras extranjeras.
Venezuela insistió que el camino para avanzar en el diálogo político pasa por el “cumplimiento a cabalidad” del compromiso alcanzado en la Mesa de Negociación en México, en noviembre pasado, para la creación de un Fondo Social, destinado a inversiones en salud, educación, servicios públicos y mitigación de riesgos.
En esa fecha, la delegación oficial del Ejecutivo venezolano y la autodenominada opositora Plataforma Unitaria rubricaron un documento por el monto de tres mil 200 millones de dólares, que serían empleados en la asistencia social.
El texto de la Cancillería demandó también la “inmediata liberación” del diplomático venezolano Alex Saab, injustamente detenido en Estados Unidos.
La nota precisó que está demostrado que el desarrollo de un país, su pueblo e instituciones constitucionales y democráticas, “no se puede realizar bajo constante agresión, coerción y amenaza”. La República Bolivariana manifestó que cree en la diplomacia de paz, la cual se construye, dijo, sin agresiones, con respeto y en condiciones de igualdad.
Subrayó que solo así se pueden edificar relaciones constructivas, de cooperación y beneficio mutuo entre todos los pueblos del mundo.
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