«La medida es parte del proceso de renovación de la carpeta determinada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva», indica el ministerio en una nota.
El GSI es responsable de la seguridad del jefe de Estado y del patrimonio de la Presidencia.
Cappelli declaró el lunes a periodistas que Lula determinó que el proceso de renovación de los servidores del órgano debería acelerarse y que un 35 por ciento del personal fue renovado.
«Hay una determinación del presidente de la República para que la gente acelere la renovación de los cuadros funcionales», precisó.
El titular interino fue nombrado el 19 de abril para reemplazar al entonces jefe del GSI, general Marcos Edson Gonçalves, destituido al aparecer en videos dentro del Palacio Presidencial durante los actos golpistas del 8 de enero.
Las imágenes fueron divulgadas por la televisora CNN Brasil y muestran a Gonçalves y a empleados del ministerio caminando entre los golpistas en los pisos más altos del Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, en el momento de la invasión.
En los videos, el equipo del GSI da agua a los invasores e indica una salida de emergencia.
Ante los hechos, el general manifestó que su staff estaba dirigiendo a los extremistas al segundo piso para ser arrestados.
Pese a tales argumentos, la Secretaría de Comunicaciones de Lula tuiteó que Goncalves fue cesado como jefe del GSI y asumió Capelli, quien estaba al frente de la seguridad de Brasilia tras la intentona golpista.
Entre los exonerados, dos dieron testimonio a la Policía Federal sobre el caso el 23 de abril: Alexandre Santos de Amorim, coordinador de Evaluación de Riesgos del GSI, y André Luiz Garcia Furtado, coordinador general de Seguridad de Instalaciones del gabinete.
Con pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, grupos de partidarios radicales del exmandatario Jair Bolsonaro protagonizaron los eventos golpistas del 8 de enero en Brasilia.
En esa fecha, marcada en negro en la historia nacional, los extremistas de derecha irrumpieron violentamente y saquearon las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y Planalto.
jcm/ocs