Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) precisan que los más recientes asesinatos ocurrieron en Orotina, provincia de Alajuela, donde un joven de 23 años murió al ser impactado por cinco disparos, mientras en Pococí, en Limón, fue ultimado un joven de 25 años.
Las cifras de la OIJ reflejan que con esos dos crímenes suman 290 los homicidios contabilizados en esta nación centroamericana en lo corrido de 2023, lo cual viene a confirmar la creciente ola de criminalidad que sufren los costarricenses.
Por provincias, según las estadísticas del OIJ, San José encabeza esta negativa lista con 76 crímenes este año, seguida de Limón (74), Puntarenas (42) y Alajuela (34).
Esa cantidad de asesinatos en 2023 superan en 89 los registrados en igual etapa de 2022, cuando fueron 654 los reportados ese año, para una tasa de 12,6 por cada 100 mil habitantes, ambas cotas máximas en la historia de Costa Rica.
De acuerdo con los homicidios constatados, especialistas estiman que de no ser frenada esta ola de criminalidad, este año cerrará con más de 900 de estos hechos sangrientos, la mayoría de ellos atribuidos a la lucha entre bandas dedicadas al narcotráfico por ajustes de cuentas o el control de territorio para el narcomenudeo.
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