Resulta convocatoria de la central sindical PIT-CNT bajo la consigna “Hoy como ayer la clase obrera no fallará. A 50 años de la heroica huelga general organizando la esperanza”.
Se trata de conmemorar medio siglo del paro general con la que los trabajadores uruguayos enfrentaron entonces la dictadura que entre las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado gobernó al país, con saldo de miles de detenidos y cientos de desaparecidos y asesinados.
La efeméride se une a temas actuales que preocupan a la clase trabajadora uruguaya, en particular la recién aprobada reforma jubilatoria por parte del Parlamento.
Para el PIT-CNT, el opositor Frente Amplio y movimientos sociales, incluida la organización de jubilados y pensionados, la ley adoptada por iniciativa del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou resulta lesiva a los intereses populares. Otro punto de desencuentro es la reforma educativa, que se aplica desde marzo, cuando comenzó el nuevo curso escolar.
Los gremios docentes, afiliados a la central sindical, la consideran impositiva (sin consenso) y que afectará a la educación pública.
Del lado del gobierno se argumenta que el cambio a la Seguridad Social era imperativo para su sostenibilidad financiera y aduce que la legislación aprobada es solidaria e inclusiva.
Respecto a los cambios educativos, el término modernización sobresale en el discurso gubernamental.
La movilización de hoy resulta antesala de la convocatoria a la ronda de consejos de salarios y rendición de cuentas, instrumentos de negociación entre el gobierno, el empresariado y los sindicatos.
Para el PIT-CNT, resultarán momentos de conflictividad social, en un país que en lo que va de año vió la repetición de paros laborales y falta de diálogo entre las partes.
Aquí es feriado no laborable, pero jornada de reivindicaciones, y como dijo a Prensa Latina Antonio Gonzalo, dueño de una bodega en el barrio Pocitos, de esta capital, «vale la pena bajar la verja del negocio y reclamar nuestros derechos».
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