Informó que, mediante gestiones y trámites legales, cualquier persona que cumpla ciertos requisitos podrá ingresar a Estado Unidos por vía legal y sin los riesgos, el sufrimiento y los costos de la ilegalidad.
Insistió en la necesidad de que la gente conozca esos nuevos mecanismos legales y no se dejen engañar por los «coyotes» (traficantes) de que con la eliminación del título 42, ideado por Donald Trump durante la pandemia de Covid-19 para, con el pretexto de cuidar la salud ciudadana, bloquear a los migrantes y devolverlos a México.
El mandatario pidió al canciller Marcelo Ebrard que explicara el mecanismo y este informó que existe la Declaración de Los Ángeles, un memorando de entendimiento sobre movilidad laboral mediante el cual esta se acepta como una realidad que se puede regular.
A partir de allí, dijo, se otorgaron a mexicanos 265 mil permisos y visas de trabajo, y las vías que se se usaron son varias, entre estas la reunificación familiar, y en total acumularon 360 mil 853 visas, el mayor número en la historia, pero esperamos que sea mucho mayor.
Habló de los programas para Guatemala, Honduras y el Salvador, con más de 74 mil 700 visas y lo que se piensa con otros países de Centro, Sudamérica, y el Caribe.
Por otro lado está el entendimiento de nuevos permisos humanitarios para Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela con un compromiso de 360 mil visas y cien mil adicionales.
Informó del establecimiento de dos centros de procesamiento de permisos, uno en Colombia y otros en El Salvador, con la idea de que la gente no tenga que recorrer cuatro o cinco países para llegar a México y hacer los trámites en la frontera, con todos los riesgos que implica caer en manos de los «coyotes».
Ebrard alertó a los migrantes de que es mentira la campaña de que con la eliminación del título 42 ya no serán devueltos a México, pues es todo lo contrario, es decir, se aplica el título 8 para quienes intenten entrar de forma ilegal y pierde todos sus derechos y posibilidades de internarse en el país del norte.
Por su parte, López Obrador celebró el otorgamiento de visas de trabajo tendientes a eliminar el escabroso y criminal camino de la ilegalidad, aunque cuestionó que no se haga un esfuerzo mayor para atacar las causas del éxodo y enumeró las maneras con las que está en desacuerdo para conducir el problema migratorio mediante distintos tipos de ayudas inefectivas.
Una de ellas la desconfianza hacia los gobiernos para enviar recursos que no llegan a manos de los necesitados, otra, entregarlas a ONGs que es peor, y una más que es buena pero lenta, que son inversiones que tardan mucho en dar empleo y suficiente.
Lo mejor, concluyó, e invertir en programas sociales inmediatos como los planes de reforestación que México aplica, o la atención directa a jóvenes aprendices que ganan dinero mientras se especializan en un oficio.
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