El agua que sale por los grifos de la Zona Metropolitana de Montevideo tiene mayor sabor salobre ante la disminución del caudal del embalse de Paso Severino y la mezcla procedente de otras fuentes de abastecimiento.
Resulta una estrategia de la administración de Obras Sanitarias del Estado, la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua, el Ministerio de Ambiente y con el visto bueno del Ministerio de Salud Pública.
Esas entidades suscribieron un documento público en el que aseguraron que el agua «es apta para el consumo de la población en general» pese a mayores proporciones de sal.
No obstante, recomendaron que las personas con hipertensión, enfermedades renales y dietas restringidas en sal deben “extremar los controles de presión arterial, no descuidar sus controles médicos y, en caso de ser posible, consumir agua embotellada”.
El documento consigna que continuará el monitoreo de la calidad del agua, al tiempo que insta a la población a racionalizar el uso y “abstenerse de utilizarla para fines no esenciales”.
rgh/ool