Luego de una caminata desde el emblemático parque Belisario Porras, en esta capital, hasta la Presidencia de la República, los activistas demandaron empleo digno, vivienda y que bajen los altos costos de la canasta básica familiar, entre otras reivindicaciones.
En la manifestación prendieron fuego a una bandera del norteño país y cuestionaron la injerencia permanente de la Casa Blanca en los asuntos internos de la nación canalera, ante la postura genuflexa de los gobiernos de turno.
A nombre de los pobladores de la occidental localidad de Altos de los Pinos y miembros de la CVL, Damaris Sánchez dijo a Prensa Latina que las políticas neoliberales que impulsa Estados Unidos afectan a los pobladores de escasos recursos que solo perciben más pobreza y la violación contante de los derechos humanos elementales.
Sánchez indicó que la CVL y las comunidades se mantendrán en las calles hasta que el Ejecutivo escuche y responda a sus reclamos, como el acceso equitativo al agua potable.
También exigen detener políticas privatizadoras del Gobierno en relación con la Caja de Seguro Social (CSS), única entidad pública que atiende a jubilados y pensionados pero inmersa en una crisis estructural y financiera.
El rechazo a la inseguridad ciudadana y el endeudamiento nacional, además de exigir la verdadera neutralidad del Canal de Panamá, sobresalen entre otros ejes de la protesta.
Además, cuestionan la discriminación social, racial y política, la corrupción, el clientelismo y la politiquería barata como otras calamidades y flagelos que enfrenta la población.
En junio de 2022 similares protestas paralizaron al país y obligaron al Ejecutivo a establecer una mesa única de dialogo en la provincia de Coclé para encontrar respuestas a partir de los elevados precios del combustible, la canasta básica familiar y los medicamentos, entre otros, aunque sin los resultados esperados.
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