El vicegobernador de la región de Hiiran, Ali Osman, declaró a la prensa local que la cifra de personas que abandonaron sus hogares en Beledweyne y otras localidades cercanas pudiera aumentar debido a los persistentes aguaceros, que provocaron el desbordamiento del río Shebelle.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Somalia desde marzo pasado, en que comenzó la temporada lluviosa, los vendavales e inundaciones afectaron a infraestructuras y cultivos en los estados de Hirshabelle (centro-sur) y Jubaland (sureste).
La agencia humanitaria de la ONU teme que como consecuencia de tal contingencia climática adversa se desate un brote de cólera en este territorio, en que el Ejército combate al grupo extremista islámico Al-Shabab.
En Somalia, como en otros países africanos, suelen ocurrir períodos de intensas sequías o excesivas lluvias, fenómenos extremos que expertos en meteorología achacan al cambio climático.
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