Por cuarta ocasión consecutiva este es el primer país de América Latina y el Caribe en cruzar esta línea, cuando se utilizaron todos los elementos de la biodiversidad que debían alcanzar hasta el 31 de diciembre.
El día del sobregiro de cada país, y su promedio a nivel mundial, es calculado por el organismo de investigación Global Footprint Network y puede ser utilizado como una herramienta para ayudar a la especie a mantenerse dentro de los límites ecológicos del planeta.
Dicho en estos términos, significa que Chile consumió en 135 días lo que deberían durar 365 para convivir en armonía con su entorno y darle a la naturaleza la posibilidad de renovar la flora y fauna, el agua y otros bienes, además de eliminar la contaminación.
Sin embargo, no es el primero en hacerlo, pues Qatar tuvo el sobregiro ecológico el 10 de febrero, Bahréin el 12 de marzo y Estados Unidos y Canadá el 13 de ese mismo mes.
El año pasado a nivel mundial esto ocurrió el 28 de julio y en 2023 sucederá sin duda unos días antes, de acuerdo con la tendencia marcada desde 1970, cuando surgió este fenómeno.
“Esto es grave, porque significa que estamos utilizando recursos y una biocapacidad del futuro, es decir, de las nuevas generaciones, para los niveles de consumo actuales”, advirtió Estefanía González, directora de campañas en Chile de la organización medioambiental Greenpeace.
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