Al respecto, el administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Iván Eskildsen, expresó que el programa pretende que la nación istmeña sea reconocida como un destino turístico sostenible de clase mundial, gracias a la riqueza y diversidad de su patrimonio natural y cultural, y a la calidad de sus servicios.
Para ello resulta necesario fortalecer la capacidad institucional de la ATP, invertir en la promoción, mejorar los productos turísticos, la infraestructura, mantenimiento y servicios básicos, precisó.
Resaltó los más de 50 proyectos que actualmente se ejecutan en diferentes provincias a través del PMTS, con una inversión de 400 millones de dólares.
Eskildsen sustentó esta iniciativa como el nuevo replanteamiento de la oferta turística del país, la cual fue presentada con éxito en la reciente Feria Internacional de Turismo celebrada en España.
A esta medida se suma la asignación de 20 millones de dólares para la construcción del capitalino Puerto de Cruceros y la entrega de la orden de proceder para el estudio, diseño, construcción y financiamiento de la interconexión de la Cinta Costera tres con la Calzada de Amador.
Vale destacar que esta última obra forma parte de un proyecto impulsado por el Gabinete Turístico para conectar rápidamente a los visitantes con el Centro de Convenciones en Amador y el Puerto de Cruceros.
Según el ministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, la infraestructura de ‘poco más de mil kilómetros incluye la construcción de cuatro carriles vehiculares y una rotonda para la interconexión con la vía existente, al tiempo que beneficiará a 1,8 millones de habitantes.
La víspera, durante la sesión del Consejo de Gabinete, se presentaron otros proyectos como el bono turístico y la adecuación de las tarifas de vuelos domésticos a la libre oferta y demanda, con el objetivo de bajar los precios de los boletos para incentivar el turismo interno.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio, la industria turística panameña empleó cerca de 240 mil personas hasta 2019, de ellas 103 mil en hoteles y restaurantes y el resto en diferentes ramas como el transporte terrestre y aéreo, alquiler de autos, comercio y agencias de viajes, entre otras.
Asimismo, el aporte de los hoteles y restaurantes al Producto Interno Bruto fue de cuatro por ciento, cifra que en números totales del sector turístico, que incluye las demás actividades asociadas a él, representó aproximadamente un 10 por ciento.
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