En la continuación del vacío de poder, la autoridad legislativa confirmó que la reunión del candidato Suleiman Franjieh y el embajador saudita aquí, Walid Al-Bukhari, estableció buena relación y fue excelente.
De acuerdo con el periódico Al Akhbar, Berri consideró que el tema de la vacancia en la primera presidencia de Líbano debe ser incluido en la agenda de la Cumbre Árabe del viernes en la urbe de Jeddah, Arabia Saudita.
El líder parlamentario rechazó las provocaciones del jefe de la ultraderecha de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea; y en ese sentido, exigió un nominado del equipo opositor para una nueva convocatoria a sesión.
A la espera de la confirmación de otro candidato cristiano, la Corriente Patriótica Libre, el Kataeb, las Fuerzas Libanesas y el Partido Socialista Progresista mantienen su veto al nombre del jefe del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.
Por su parte, Hizbulah y el Movimiento Amal junto a una gran proporción de diputados sunitas e independientes respaldan la elección de Franjieh, avalado por sus posiciones nacionales y la apertura al diálogo local, árabe e internacional.
El inicio de semana trajo posturas diplomáticas más urgentes para la designación del Jefe de Estado libanés tras la reunión de la embajadora de Francia, Anne Grillo, y el primer ministro interino, Najib Mikati.
A su vez, el representante de Riad, Al-Bukhari, y la Coordinadora Especial de las Naciones Unidas en Líbano, Joanna Wronecka, discutieron la necesidad de que todas las partes trabajen juntas para garantizar la finalización urgente y exitosa de las elecciones presidenciales.
En esta línea de pensamiento, enfatizaron en la importancia de la formación de un nuevo gobierno y en la implementación de las reformas como la clave para colocar al país en el camino de la recuperación económica.
A propósito, el secretario general adjunto de Hizbulah, Naim Qassem, convocó a situar a Líbano al nivel de la tendencia de la región hacia el entendimiento y la estabilidad, para no quedarse atrás e invertir en el diálogo nacional para elegir lo antes posible al presidente.
Desde el 29 de septiembre del año pasado, las sesiones del Parlamento libanés fracasaron en el intento de designar al sucesor de Michel Aoun, quien terminó seis años de gestión el 31 de octubre.
Una sola convocatoria legislativa en 2023, el 19 de enero, repitió el mismo guion de las 10 anteriores y hasta el momento ningún candidato representante de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría absoluta de 65 votos.
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